miércoles, 1 de agosto de 2012

Infinito Escarlata



En un infinito escarlata, donde el palpitar del corazón se convierte en unísono con los pasos de mis pies… llevando en las manos el impulso para continuar y dejando atrás la eternidad, más lejana que el destino mismo… 

Al ritmo de ese rojo eterno, mis pies te buscan, mis manos llaman a gritos y mis ojos te aspiran… pero sola, he de seguir caminando, por una senda sin rumbo y con el vago recuerdo de tu sonrisa desdibujada en el reflejo de un sol de verano…